Se denomina Gas Natural Vehicular (GNV) a la utilización del gas natural como combustible para vehículos, especialmente en el sector del transporte pesado.
Ahora que el planeta y su diversidad exigen unos compromisos diferentes, el GNV se presenta como uno de los combustibles alternativos dentro de la transición energética en el marco de la estrategia bp net zero.
Las principales ventajas del GNV, respecto a la Gasolina o el Diesel, son:
Dentro de la movilidad con gas natural, existen dos tipos de GNV según la fase en la que este se encuentre, el Gas Natural Comprimido (GNC) en fase gaseosa y el Gas Natural Licuado (GNL) en fase líquida.
El GNC es el gas natural almacenado a altas presiones (habitualmente entre los 200 y 250bar). Se utiliza en turismos, furgonetas, camiones o autobuses urbanos.
Es un combustible inodoro e incoloro que no es tóxico ni corrosivo. Por motivos de seguridad, el gas natural se mezcla con un aditivo que permite olerlo en caso de fuga
El GNL es el gas natural en estado líquido, criogenizado a -161ºC. Se utiliza en camiones pesados de largo recorrido o autocares, y también para el uso del transporte marítimo y ferroviario.
La mayor ventaja del estado líquido es su menor volumen, pues por cada litro de GNL se obtienen aproximadamente 570 litros de gas natural gaseoso a temperatura ambiente.
Es un combustible inodoro e incoloro que no es tóxico ni corrosivo.
El GNV es compatible con el uso de Gas Renovable (Biogás) desarrollando una economía circular cero emisiones.
El biogás es un tipo de gas renovable que se obtiene de desperdicios orgánicos, tanto urbanos como agroganaderos, ya que en estos desperdicios se produce una biodegradación de residuos vegetales que produce biometano, y puede utilizarse como combustible para transporte o ser consumido para calentar en las viviendas, fábricas y empresas.
La hoja de ruta del Biogás aprobada por el Gobierno en marzo de 2022 ha impulsado que el transporte terrestre sea propulsado por biometano.