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Historia

La refinería de Castellón lleva más de 50 años ocupando un papel energético e industrial fundamental para la península

1967: la refinería de Castellón se pone en marcha

Refinería de Castellón

Las tres primeras décadas del siglo XX estuvieron caracterizadas por una actividad petrolera española liberalizada. En esos años los productos derivados del crudo solo representaban el 10% de la demanda energética nacional, y por tanto España no necesitaba de refinerías: todos los terminados directamente se importaban.

 

Más 30 años de monopolio en la industria petrolera habría que esperar para que en 1959, el Plan de Estabilización permitiera a España experimentar un histórico crecimiento económico. Se liberalizó el mercado y comenzaron a llegar las inversiones extranjeras.

 

La creciente demanda energética de las industrias pujantes motivó la aprobación y construcción de numerosas plantas de refino por todo el país. 

 

En 1964 el Estado otorgó al consorcio formado a igual participación por el Banco Español de Crédito y la Standard Oil of New Jersey (Exxon Corporation), una licencia para levantar una refinería petroquímica en Castellón. Un año después se iniciaron las obras y para 1967 las instalaciones ya estaban a pleno rendimiento: unos 3 millones de toneladas de tratamiento al año.

 

 

Durante la década de 1970 las instalaciones de la refinería de Castellón disparan su capacidad de producción, y elevan a la región a una posición energética clave para el progreso tecnológico español.

 

 

En aquellos años las instalaciones supusieron un impulso importante para la actividad económica de la región y contribuyeron al crecimiento económico nacional de la década. Ya entonces era la única suministradora de la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares, así como la impulsora principal de la industria pesada de la región.

 

Entre 1972 y 1980 dos importantes proyectos de ampliación lograron disparar la capacidad de tratamiento de crudo de la refinería de Castellón primero hasta los 4 millones, y posteriormente hasta los 5 millones y medio.

 

 

Crisis del petróleo de 1973 y 1979

En 1974 se crea la Empresa Nacional de Petróleos (ENPETROL). Entre otras cosas, Exxon vendió su participación en la refinería de Castellón a Banesto, que hasta ese momento controlaba la mitad de las instalaciones, y la corporación que quedó pasó a constituirse como Petróleos del Mediterráneo, S.A. (Petromed).

 

Durante los siguientes años España aceleraría la liberalización de la industria para preparar su ingreso en la Comunidad Económica Europea (CEE). En 1981 se crea el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) que englobaría a todas las empresas públicas del petróleo, mientras el resto del mercado proseguía la concentración empresarial.

1993: nace BP Oil España (hoy bp Energía España)

Refinería de Castellón bp

A partir de abril de 1988 bp España, ya presente en el país desde los años 50, inicia un acuerdo con Petromed para la gestión conjunta de BPMed.

 

Esta empresa concentraba los activos de distribución comercial y significaba la suma del potencial de suministro y la cuota de mercado de Petromed, con la presencia internacional y la experiencia comercial de bp.

 

En 1991, sin embargo, Banesto decide desprenderse de toda su participación. bp, como signo inequívoco de compromiso con el mercado español decide entonces comprar los activos y quedarse con el control de Petromed. 

 

 

En 1993 esta absorbería BPMed y pasaría a denominarse BP Oil España, S.A. (hoy BP Energía España S.A.U.).

 

 

Con esta operación pasamos a gestionar el presente y el futuro de la refinería de Castellón. La compra supuso hacerse con una instalación capaz de producir 100.000 barriles al día, una cartera de participaciones en la industria, la filial petroquímica Proquimed y otros activos asociados a la entidad.

 

Una década después, en 2007, las instalaciones ofrecían ya una capacidad de tratamiento de crudo de 6 millones de toneladas al año, una de almacenamiento de crudo de 626.000 m3, otra de almacenamiento de productos de 774.000 m3 y una auxiliar de 44.400 m3.

2015: la refinería de Castellón recibe importantes inversiones de mejora

Refinería de bp Castellón

En 2015 bp emprende una inversión de 29 millones de euros para construir un nuevo almacén de coque y otra de 15 millones para cumplir con las mejoras técnicas de refino de petróleo exigidas por la Comisión Europea.


Además, entre 2016 y 2019 otra inversión de 90 millones permite levantar una nueva torre de vació para la destilación del crudo y su transformación en productos comercializables. Todo ello permitió reforzar una eficiencia y seguridad ya de por sí sobresalientes.

 

En 2017 la refinería de Castellón celebraba así los 1.427 días sin incidentes con productos, coincidiendo con su 50ª aniversario

 

La línea de inversiones de la empresa también ha reflejado su compromiso con la protección medioambiental, ya que durante más de dos décadas bp ha destinado más de 215 millones de euros en eficiencia, seguridad, cogeneración y otras cuestiones relacionadas.

2020: Iniciamos nuestra transformación

Refinería de Castellón bp

En 2020 bp presenta su nueva ambición con la que persigue alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050 o antes. En esta nueva estrategia la refinería de Castellón pasa a ocupar un papel clave para la contribución de bp España a este objetivo.

 

Un año después las instalaciones son las primeras de todo el mundo en recibir la certificación CORSIA para liderar la producción de SAF (combustible de aviación sostenible).

 

El futuro de la refinería pasa por convertirse en un hub de energía integrada capaz producir biocombustibles e hidrógeno verde.

 

Para esto último, bp ha llegado a un acuerdo con la Comunitat Valenciana para trabajar de manera conjunta en la descarbonización de la región. 

 

bp además ha llegado a un acuerdo con Iberdrola para el desarrollo conjunto de proyectos de hidrógeno verde a gran escala, con el objetivo de alcanzar una capacidad de producción de 600.000 toneladas al año, integrado con el desarrollo de nueva capacidad renovable.

 

La refinería de Castellón cuenta hoy con más de 500 trabajadores y 700 contratistas. Además, proporciona unos 2.000 empleos indirectos a la región y es un motor económico referente tanto en el polígono industrial El Serrallo como en la Comunidad Valenciana.