El precio del combustible ha aumentado considerablemente con respecto al año pasado, justo en el momento en el que la movilidad se volvía a recuperar y tras un verano con menos restricciones.
Estamos en un punto en el que todos nos preguntamos cómo se puede ahorrar combustible si los precios no paran de subir, aunque lejos están del máximo histórico alcanzado en 2012.
A pesar de todo esto, siempre está bien ahorrar y tener en mente todos los consejos posibles para gastar menos en combustible, ya que el gasto se podría reducir hasta un 10%.
Parecerá una tontería, pero el revisar la presión de las ruedas antes de salir de viaje puede ser muy útil, tanto para tu seguridad como para que gastes menos en combustible.
Lo primero que debes tener en cuenta es que las ruedas deberían tener la presión exacta que indica el fabricante, aunque con climas más fríos o cuando el vehículo va muy cargado debería tener un poco más de presión.
Si los neumáticos tienen 0,5 bares por debajo de lo recomendado por el fabricante, el consumo aumenta hasta el punto de gastar lo equivalente a un depósito completo al año, ya que la resistencia del neumático se incrementa, pero tener las ruedas más hinchadas de lo normal también hace que la resistencia del neumático disminuya y aumente otra vez el consumo.
Es evidente que el usar el aire acondicionado del coche genera cierto gasto de combustible, por eso es necesario saber la forma más eficiente de utilizarlo.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el estado del filtro del aire. Si se encuentra en mal estado el filtro, se produce una reducción de la potencia del motor y el consumo de combustible aumenta.
Para conseguir ahorrar el máximo de combustible, es necesario no realizar una conducción brusca. Lo que implica el conducir a una velocidad constante, no dar grandes acelerones, frenazos o cambios de marcha innecesarios.
Siguiendo todas estas pautas conseguirás mantener una velocidad uniforme, haciendo que tu consumo en combustible se reduzca en gran medida.
Permanecer en ralentí tiene gran cantidad de desventajas, el coche se calienta, el motor a largo plazo se deteriora y se consume una gran cantidad de combustible.
Apagar el motor en ciertos momentos puede ser un ahorro mínimo al día, pero al año es algo que se nota. Para que te puedas hacer una idea, un coche en ralentí gasta 0,5 litros la hora.
Mantener la velocidad activando el control de crucero es una forma de llevar una velocidad uniforme en viajes más largos, como hemos comentado anteriormente para así consumir menos.
Si el control de crucero está activado en marcha arriba, el motor, para mantener la velocidad constante, acelerará todo lo posible, haciendo que el coche consuma más. En esos momentos es mejor acelerar lo justo, recuperar la velocidad en el próximo descenso y de esta forma, realizar una conducción lo más eficiente posible.
Seguimos hablando de la conducción eficiente como la mejor forma de reducir el consumo de combustible.
Otro consejo es el de circular con marchas largas y bajas revoluciones, incluso en la propia ciudad. Aunque haya que pisar más el acelerador.
Lo que está claro es que debes evitar una revolución excesiva del motor.
Una vez que ya te has cerciorado del estado del filtro, debes tener en cuenta que, según varias pruebas hechas con diferentes marcas de automóviles, hasta 90 km/h se consume menos con las ventanillas bajadas, a partir de los 100 Km/h es recomendable usar el aire acondicionado, ya que el coche está diseñado para ser más aerodinámico con las ventanillas subidas, con ellas bajadas hace que la resistencia del coche al aire aumente y consuma más combustible.
No es necesario ir con la temperatura al máximo, simplemente hay que mantener la temperatura del coche estable constantemente (entre 22 y 23 grados).
Una de las grandes características comunes en los conductores es el analizar el consumo de su coche e ir testeándolo, para conocer cómo se comporta en ciudad y en carretera.
En cuanto al consumo de combustible en ciudad y en carretera, variará dependiendo del conductor, del vehículo y del uso de este, aunque por norma general la conducción en ciudad es mucho más irregular que en carretera y consume más.
Además de los consejos generales que os hemos dado hay que tener en cuenta unos concretos para los diferentes usos del coche.
En ciudad solemos encontrarnos con una gran cantidad de vehículos y si vamos muy pegados a estos, nuestra conducción será muy irregular. Manteniendo la distancia evitaremos tirones innecesarios.
También es importante mirar a lo lejos ya que podemos anticiparnos a las diferentes situaciones y ciertas acciones como acelerar o frenar bruscamente las evitaremos y ahorraremos combustible. De ahí que se recomiendo el frenar y acelerar con suavidad y de forma progresiva.
Se podría decir que la conducción más eficiente en ciudad es anticiparse y tratar el coche con suavidad.
Cuando se viaja en carretera y además para un viaje largo, es imprescindible planificarlo ya que es muy fácil confundirse y alargar el viaje 10 minutos más, lo que significa gastar más combustible.
Hay que revisar el maletero y llevar lo imprescindible, ya que, cuanto menos peso más se ahorra y, además, de revisar el maletero, se deberían ojear los diferentes elementos y filtros del coche, ya que un mal estado de estos incrementará el consumo del vehículo.
En resumen, y a menos que prefieras contratar un alquiler un coches con conductor, nunca viene mal tener todos estos consejos en mente para conseguir una conducción más eficiente y segura para ti y tus seres queridos.
Y cuando lo básico en seguridad y ahorro está ya hecho, ¿por qué no dedicarte a hacer que tus viajes sean para recordar?
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